Una nueva inocencia
“La belleza es el misterio de la vida. No está en la mirada, está en la mente. Es nuestra respuesta a la vida”. Agnes Martin
Todo empieza a partir de una necesidad del alma, una necesidad más fuerte y más grande que mi voluntad, inevitable, ineludible. Vuelvo al principio, a lo más simple, al oficio, a lo que mis manos pueden hacer. Lápiz, papel y tinta. Línea, mancha, gesto, y huella. Formas simples y colores que aparecen a través del juego, el error, el accidente y la duda; dónde es la emoción la que habla. El proceso y la imperfección se convierten en la esencia de una obra en la cual la única búsqueda es el milagro de la belleza. Repetir una sola forma hasta el asombro, hacerlo de mil maneras: las que se, las que intuyo, las que invento. Escapar del conocimiento y dejarme tocar por la emoción y el juego. Es aquí donde aparece la posibilidad de algo nuevo. Como decia Gilles Deleuze: “Tal vez sea esto lo propio del arte, pasar por lo finito para volver a encontrar, volver a dar lo infinito.”